En St. George Madrid, creemos firmemente en el papel crucial de la oratoria para fomentar el éxito de nuestros alumnos como aprendices permanentes. Nos esforzamos por desarrollar alumnos que piensen críticamente, razonen juntos y tengan el vocabulario (y la confianza) para expresar sus conocimientos y comprensión. Nuestro objetivo general es capacitar a los alumnos para que mejoren sus competencias orales, preparándoles para comunicarse con claridad y confianza en cualquier entorno.
A principios del trimestre, tuvimos la suerte de contar con la presencia del Dr. Rupert Knight, profesor asociado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Nottingham y uno de los principales expertos en oratoria en el aula. Habló de lo que entendemos por oratoria (y el porqué de esta terminología), por qué es importante la oratoria en las aulas, qué pruebas respaldan su impacto y por qué es relevante en la actualidad. Además, aportó ideas extraídas de la investigación e implicaciones cotidianas en el aula. Se sugirieron tres puntos de partida, que incluían estrategias prácticas y ejemplos para poner en práctica:
- Crear una cultura del diálogo
- El andamiaje de la conversación, especialmente beneficioso para los alumnos con inglés como lengua adicional (EAL).
- Utilizar la conversación como base de las prácticas de evaluación del aprendizaje.
Somos conscientes de que muchos alumnos pueden entrar en nuestro colegio sin las habilidades orales adecuadas para su edad, por lo que nos comprometemos a fomentar estas capacidades esenciales a través de un enfoque polifacético. Ya sea a través de clases estructuradas o de interacciones informales, nos esforzamos por fomentar las destrezas lingüísticas orales en cada oportunidad, asegurándonos de que cada alumno tenga las herramientas para prosperar tanto académicamente como más allá.
¿Cómo se puede enseñar oratoria y lograr una educación de alta calidad para los alumnos?
La enseñanza y el aprendizaje más eficaces de la oratoria se producen cuando los alumnos aprenden hablando y aprendiendo a hablar. Los profesores de St. George han participado en «clases magistrales» dedicadas a la enseñanza de la oratoria, que les han dotado de numerosas estrategias para mejorar la comunicación en sus aulas. En primer lugar, se pidió a los profesores que observaran la conversación típica que tiene lugar en sus aulas:
¿Qué notan o escuchan cuando sus alumnos discuten una pregunta o un problema en pequeños grupos?
¿Cómo se colocan?
¿Cómo utilizan el tono de voz y el lenguaje corporal?
¿Existe un equilibrio en la conversación entre los individuos?
¿Qué tipo de aportaciones se hacen: los niños amplían, cuestionan o ponen en duda lo que han dicho los demás?
¿Son capaces de llegar a un acuerdo como grupo?
A continuación, se pidió a los profesores que «elevaran» el nivel de la conversación estudiando métodos para fomentarla en sus aulas. Esto implicaba establecer criterios de éxito para cualquier actividad oral, asignar papeles para hablar, ofrecer puntos de debate y considerar agrupaciones eficaces. Además, a los alumnos se les enseñan explícitamente las destrezas orales y se les somete a una autoevaluación constante y a una evaluación entre compañeros con respecto al marco de la oratoria.